Silvestre Byrón on Mon, 15 Apr 2002 06:13:10 +0200 (CEST) |
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[nettime-lat] EAF - "Salvando al Titanic" |
SALVANDO AL TITANIC A noventa años del siniestro La imagen del transatlántico de lujo RMS Titanic, hundiéndose de proa en la primera noche del 15 de abril de 1912 al sur de Terranova, llevando a la muerte a 1500 personas, se multiplica en 20 films, 12 tele-films, 9 videos, 2 series de televisión y 2 video-games; aparte de 294 web-sites. Ficcional y testimonial, esa multiplicación sostiene al ícono-Titanic como un referente tragédico. A nueve décadas del siniestro, los códigos de la representación salvan al Titanic del olvido y recomponen su mitologización. En la novela de Clive Cussler, "Raise the Titanic" (1976), el almirante James Sandecker pregunta: “¿Por qué el Titanic atrapará así la imaginación?” y el doctor Silverstein le contesta: “Porque es un naufragio que empequeñece a los demás y porque el Titanic es un archivo sumergido de una era amable, gentil, que ya no volveremos a ver nunca más. Otra época. Otra vida que pertenece al pasado y que no volverá”. La ficción de Cussler envuelve al transatlántico sumergido en una intriga internacional en torno al bizanio, un elemento descubierto en 1911, indispensable, por lo demás, para la “guerra fría” entre Washington y Moscú. Antes del Alvin y el robot Jason Jr. del Dr. Robert D. Ballard, el Titanic es localizado en su exacta Latitud Norte y Longitud Oeste por los submarinos Eas Safo, que descubre la corneta de la orquesta de a bordo, y Sea Slug, del buque oceanográfico Modoc. Buscando al elemento reflotan al barco. En junio de 1988, remolcado, arriba a Nueva York donde -por último- fondea completando una travesía iniciada 76 años antes. Figuradamente un cronista del New York Times escribe: “Los fantasmas existen. Vi uno entre las brumas de la mañana. Como un grotesco espectro que hubiera sido expulsado del infierno. Rodeado por la mortaja de una tragedia pasada, envuelto en las almas de sus muertos, era una asombrosa reliquia de una era anterior. No era posible verlo sin experimentar orgullo y pena al mismo tiempo”. La novela se anticipa al descubrimiento histórico del 1° de septiembre de 1985: “Divisé el Titanic por primera vez durante menos de dos minutos, pero su inmenso casco negro siempre quedará impreso en mi memoria. El sueño de toda mi vida había sido encontrar la gran embarcación, por lo que su búsqueda habría dominado los trece últimos años de mi vida. Ahora, por fin, esa búsqueda había terminado. “En cierta forma me causa tristeza haber encontrado la nave. Después de 33 horas de explorar su casco destrozado, ahora podíamos conocer su sino, y no se trataba de algo hermoso. A pesar de seguir siendo impresionante por sus dimensiones, lo que queda del Titanic no puede compararse con la belleza que era cuando se hundió –apenas cinco días después de iniciada su primera travesía- tras haber chocado contra un témpano de hielo. “Esa belleza se ha ido marchitando. Sus enormes planchas de acero se están disolviendo en ríos de óxido y toda su madera, finamente trabajada, ha sido devorada por la carcoma, cuyos cilindros huecos de calcio se encuentran ahora anárquicamente esparcidos por todo el esqueleto del barco. Tras largos años de glotonería, estas criaturas pasaron hambre hasta morirse sobre la mesa. Ninguna pena me causan, porque ellas le robaron al Titanic su último toque de elegancia. “Hace mucho tiempo que la orquesta del Titanic dejó de tocar. Y es que la embarcación se ha ido a su último puerto. Nunca, seguramente, la sacarán a la superficie. Tan negra realidad es un rudo golpe a nuestros ensueños románticos. De todos modos, la búsqueda de esta embarcación hundida fue, desde su principio hasta su final, una excitante aventura”. Robert D. Ballard. "El Hallazgo del Titanic en el Fondo del Océano". Geomundo Vol 11 N°12. Diciembre 1987. El Titanic objetivo y común, oxidado, que tanto impresionó al Dr. Ballard es sólo un pecio, fragmento de una nave naufragada. Hierro viejo. Chatarra. Su evocación, no obstante, genera este catálogo: FILMS Saved from the Titanic (1912) de Etienne Arnaud Titanic (1915) de Pier Angelo Mazzolotti Atlantic (1929) de Edward André Dupond Titanic (1943) de Werner Klingler y Herbert Selpin Titanic (1953) de Jean Negulesco A Night to Remenber (1958) de Roy Ward Baker Titanic Vals (1964) de Paul Calinescu Raise the Titanic (1980) de Jerry Jameson Search of the Titanic (1981) con Orson Welles Titanic in a Tub: The Golden Age of Toy Boats (1981) de Tim Forbes Titanic (1997) de James Cameron Titanic. Anatomy of a Disaster (1997) de David Elisco La Femme de Chambre du Titanic (1997) de J. J. Bigas Luna Titanic Town (1998) de Roger Mitchell Titanic: Answers of the Abyss (1999) con Jonathan Pryce The Titanic Chronicles (1999) con Emmett James Doomed Sisters of the Titanic (1999) Titanic (2000) de John P. Fedele Gigantic (2000) de Mike Bender La Véritable Histoire du Titanic (2001) de Julien Reininger TELE-FILMS SOS Titanic (1979) de William Hale Bife Titanik (1979) de Emir Kusturica Titanic (1984) Lutz Büscher Titanic. A Death of a Dream (1994) de Melissa Jo Peltier Titanic: The Legend Lives On (1994) de Melissa Jo Peltier Titanic (1996) de Robert Lieberman The Titanic’s Lost Sister (1996) de Kirk Wolfinger No Greater Love (1996) de Richard T. Heffron Titanic: Secrets Revealed (1998) de John Tindall Titanic: Breaking New Ground (1998) de Doug Mc Callie The Battle for the Titanic (1999) de Chris Powelll Britannic (2000) Brian Trenchard-Smith VIDEOS Secrets of the Titanic (1986) de Nicolas Noxon The Titanic (1996) con E. J. Smith Titanic: Echoes of Titanic (1998) con E. J. Smith Titanic: End of a Era (1998) con E. J. Smith Titanic: The Captain of the Titanic (1998) con E. J. Smith Titanic: The Mystery & the Legacy (1998) con E. J. Smith Titanic: Titanic Remembered (1998) con E. J. Smith Titanic: The Lost Film of the Titanic (1998) con Millvina Dean y E. J. Smith Negulesco/Scenes of the Rare, Porn-o and Cruel (2000-01) de Silvestre Byrón TV SERIES The Time Tunnel (1966) de Irwin Allen y Jerry Briskin Tickets for the Titanic (1987) VIDEO GAMES Adventure Out of Time (1996) de Andrew Nelson Starship Titanic (1998) de Douglas Adams y Michael Bywater ¿Por qué tanto Titanic? Porque durante noventa años se vienen produciendo imágenes; el ícono-Titanic. Y porque, actualizado por la superficie virtual, éste resulta del razonamiento de la Gran Forma Narrativa (Burch) basada en la pertinencia Situación-Acción-Situación (SAS). Una Situación dada genera un conflicto y una Acción para arbitrarla creando una Situación modificada. Etapas: reposo, crisis, resultado. Es el razonamiento de la tesis clásica: planteo y desarrollo, núcleo y desenlace. Todo coadyuvante a la diégesis. A sostener una ilusión. Al ícono, a la representación visual, con una producción y un efecto diegéticos. Por un lado la producción es activa, un dispositivo en función, que emite con la pertinencia montaje, raccord e imagen movimiento. Por el otro, el efecto es pasivo, consecuencia del dispositivo, que percibe con la pertinencia proyección e identificación. En el efecto diegético es donde la imagen origina la mitologización. La capacidad para crear fábulas y leyendas. Convirtiendo a un pecio oxidado en el mythos Titanic. MUNDO IMAGEN – MUNDO LIBRO MORGAN ROBERTSON, AUTOR DEL TITANIC.- Una novela publicada en la Mc Clure’s Magazine de Nueva York, "Futility" o "The Wreck of the Titan" (1898) de Morgan Robertson, describe un transatlántico que parte de Southampton, Inglaterra, con rumbo a Nueva York. Su autor imagina una poderosa y elegante nave de 70.000 toneladas, 800 pies, 3 hélices y una velocidad máxima de 24 nudos (1 nudo = 1.851,8 metros). Viajan a bordo 3.000 pasajeros. Hay 24 botes salvavidas. Una noche de abril el Titan choca con un témpano y se hunde en el Atlántico Norte. Un motivo a la medida de la Encyclopædia Britannica y la 20th Century-Fox Film Corporation; información neta y una historia de amor. Los paralelismos suspenden a los lectores. El Titanic acredita 60.250 toneladas, 882 pies de eslora, 3 hélices y una velocidad máxima de 24 nudos. Viajan a bordo unos 2.200 pasajeros (con capacidad para 3.000). Hay 20 botes salvavidas. Los paralelismos se prestan tanto al “realismo fantástico” de Pauwels y Bergier como al comentario “new age”: “No hay cálculo estadístico que pueda explicar tanto paralelismo. Sólo cabe dos respuestas: 1) Robertson, mediante el fenómeno parapsicológico de precognición causado por un profundo estado alterado de consciencia originado durante el acto de creación literaria, pudo describir con singular precisión un suceso que tendría lugar década y media después ó 2) De alguna manera este escritor consiguió desplazarse hacia el futuro, trasladándose en el tiempo. No hay más explicaciones. ¿Quizás, resta, imaginar la idea de una ‘brecha’ en el vector ‘tiempo’ por la que consiguió incursionar Robertson?”. Y... Atrévete – Periódico Mensual – Mayo 1999.- Como un Jules Verne norteamericano, en la línea de Robur le Conquérant, Robertson publica otra novela, "Beyond the Spectrum", donde se anticipa a la II Guerra Mundial describiendo bombardeos aéreos sobre concentraciones urbanas. Allí destaca unas “sun bombs”, algo así como proyectiles incendiarios. Actualmente es posible leer "Futility" traducida al francés editada por Presses de VALMY (1999) o escucharla en la voz de Fred Williams en ediciones de Blackstone Audiobooks. También se la puede bajar en la Red: Members.aol.com/ken63728/morgan.htm Msu.edu/~daggy/cop/effluvia/twott-t.htm Scifan.com/writers/rr/RobertsonMorgan.asp Hay algo muy dinámico, futurista o sci-fi, en Robertson. Sorprende que ningún productor haya tocado su bibliografía. EAF/2002.- Conectate a Internet GRATIS con Yahoo! Conexión: http://conexion.yahoo.com.ar _______________________________________________ Nettime-lat mailing list Nettime-lat@nettime.org http://amsterdam.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat