fran ilich on Tue, 26 Mar 2002 21:05:09 +0100 (CET) |
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[nettime-lat] FW: cacerolazos |
------ Mensaje reenviado De: Diana McCarty <diana@vifu.de> Fecha: Wed, 20 Mar 2002 19:23:03 +0100 Para: fran ilich <ilich@de-lete.tv> Asunto: cacerolazos [por nettime-lat] Subject: notas en castellano To: lisagarrigues@yahoo.com Enero, 2002 Queridos amigos: realmente debo pedir disculpas por no mantenerlos más actualizados sobre la situación en Argentina. Todo sucede tan rápidamente que es difícil recobrar el aliento y sentarse a escribir. Uds. ya han visto las malas noticias: los asaltos a los supermercados, los disturbios y gente muerta por la policía en Plaza de Mayo, la economía que pareciera deslizarse por un abismo sin fin, las largas colas en los bancos. Pero, lo que yo quisiera informar es lo que yo no he visto en ninguno de los medios en general pero sí lo he presenciado y es el “despertar” de la gente. Esa gente que cuando recién llegué me pareció deprimida, agotada y políticamente paralizada. Yendo en subte miraba esas caras que reflejaban desolación, escuchaba infinitas quejas de corrupción gubernamental, corte de salarios, aumento de la pobreza y me preguntaba... ¿por qué? ¿Por qué no hacen nada si son tan desdichados? Algunas personas me dijeron “a nosotros los Argentinos nos gusta quejarnos, protestar”, otras me decían “Somos melancólicos, pacifistas” mientras que otras “somos una nación de individualistas... nunca nos pondremos de acuerdo lo suficiente como para unirnos políticamente” Algunos, entonces, me mencionaron el himno nacional Argentino no oficial, el tango “Cambalache”, cuya letra pesimista dice algo así como “ la vida fue y será un porquería en el 510 y en el 2000 también, lleno de chorros, ladrones y estafados...” Otros me contaron sobre acontecimientos más recientes. En los años 70 y 80 casi 30.000 Argentinos fueron torturados y “desaparecieron” por haberse atrevido a hablar contra el gobierno militar de esa época. Entre ellos había amigos, familiares y vecinos de la gente con quienes hablé. Las torturas fueron concebidas de tal forma que competían con los nazi en perversidad. Cuerpos fueron arrojados desde aviones al Río de la Plata. “Una cosa es que un amigo, amante o vecino muera y tu sepas porqué y cuando murió”, me decía un amigo recientemente sentados en una confitería al aire libre. “pero otra cosa es cuando la gente desaparece...” Mi amigo tenía la vista fija en él infinito mientras me decía esto, y sus palabras parecían unirse a las miles de almas de los “desaparecidos” las cuales, yo sentía, todavía perduran en las calles de Buenos Aires y en los ojos temerosos y agotados de la gente en los subtes. Cualquiera que haya sido la razón de ese temor y parálisis política, llegó a su fin la noche del 19 de diciembre cuando 15,000 personas espontáneamente salieron a las calles con sus cacerolas y derrocaron a un presidente. Desde entonces, el sonido de las cacerolas resuena continuamente en toda la ciudad formando el nuevo ritmo en el cual la ciudad de Buenos Aires parece vivir. Como dijera un comentarista radial después que el presidente De la Rúa escapara en su helicóptero “cuidado políticos, hay muchos más helicópteros para todos Uds.” “Por años hemos tenido miedo de hablar, de hacer ruido” dijo un estudiante recientemente. “Para mí el cacerolazo es eso ... el ser escuchados” Pero ahora, un mes después, no son más las cacerolas. Son las palabras, el lenguaje, la expresión, las propuestas y las acciones. Asambleas vecinales se han formado en cada barrio. Los vecinos se reúnen en las esquinas, en las plazas, en los parques y a veces en el medio de la calle. Los grupos van de 20 a 400 personas. Mi propio grupo tuvo le semana pasada 80 participantes. Y esto se siente un poco como me imagino debió ser durante la revolución americana o francesa cuando la gente decidió que ellos no eran dignamente representados ... excitante, confuso, por momentos caótico y anárquico pero lleno de entusiasmo. Hace unos domingos participé en la segunda asamblea interbarrial. Unas 3000 personas se juntaron en un parque ubicado muy céntricamente. Mi grupo llegó en camión con su pancarta y la bandera Argentina ondeando. Hablaron 30 personas y luego 3000 trataron de aprobar “resoluciones” que crearían un contexto para el movimiento popular. Se alzaron manos, la gente se puso de pie, gritaban fuera de lugar, espontáneamente coreaban cánticos, cantaban ...el mediador sosteniendo firmemente un fajo de papeles arrugados trataba valientemente de mantener orden, los camarógrafos japoneses miraban confundidos. Muchas de las “resoluciones” que fueron aprobadas parecían más bien los slogans que reflejaban la frustración de la gente con respecto a lo ya conocido “¡Que se vayan todos!”. “¡Afuera la corte suprema corrupta!” “¡Nacionalización de los bancos!”. Pero es un comienzo. Y de alguna forma incipiente estas asambleas tienen todo el entusiasmo y el empuje de verdadera democracia con gente real y verdadera. Vivir acá en estos momentos es irreal, frustrante, deprimente, doloroso, angustiante, excitante y alentador a la vez. Políticos corruptos escapándose de una muchedumbre enojada en camiones de salchichas. Colas de gente, a veces de hasta dos cuadras esperando tener la suerte de poder retirar de sus propias cuentas bancarias los permitidos $250 semanales, o conseguir algunos de esos dólares fluctuantes. Sueldos que nunca llegan, dinero que desaparece por semanas dentro del sistema bancario, un dólar que fluctúa diariamente. Bancos que han cambiado sus ventanas y puertas de vidrio por estructuras blindadas que ahora parecen fortalezas de hierro. Familias sin empleo, sin comida. Cientos de personas en la provincia norteña de Jujuy manifestando su hambre y pobreza trepados en cruces y permaneciendo en posición de crucifixión por horas bajo un calor abrasador. Largas filas delante de las embajadas de España e Italia tratando de salir del país. Familias enteras de clase media con hijos pequeños y hasta sus perros en las calles de Buenos Aires a las 2 de la mañana golpeando cacerolas usando remeras hechas con la bandera Argentina, banderas Argentinas por todas partes... banderas envolviendo el torso de ancianos que no han podido cobrar su pensión desde hace meses y ahora no pueden retirar su dinero del banco, jóvenes motoqueros con banderas flameando al viento y banderas ondeando de las estatuas de Plaza de Mayo. Un anciano de 70 años entró en un banco con una granada dejándola caer sobre el mostrador exigiendo sus ahorros y consiguiéndolos. Familias completas que no pueden retirar sus ahorros de los bancos para ir de vacaciones deciden tomarlas en el hall del banco desplegando sus reposeras y sombrillas. Asambleas vecinales donde se habla de corrupción, de una “política sin políticos” creando comisiones, propuestas, actos de desobediencia civil, reinventándose, y hasta usando un lenguaje activista: hasta el tan usado “compañero” fue recientemente cuestionado por sonar demasiado de izquierda prefiriendo la mayoría el sonido más suave de “vecino” aunque un hombre rápidamente señaló que “compañero” proviene de “gente que comparte el pan” Gente que rompe el silencio, vence el miedo, habla con otros, se conocen Como nunca lo hicieron antes. Gente sin dinero formando “clubes de trueque” Que les permiten vivir, comer, y crear una comunidad. Gente buscando algo Nuevo, sin nombre, en medio de una economía que se derrumba y un reinado de políticos a quienes algunos llaman “los muertos vivos” y otros quienes directamente se refieren a ellos como “delincuentes, chorros, ladrones” Una señora de mediana edad dijo en una de estas reuniones hace unas semanas “Temor es lo que nos hizo permanecer en las casas, lo que nos mantuvo en silencio, temor a salir a la calle. Ahora es el momento de hacer algo con el temor y convertirlo en algo nuevo y poderoso”. Otro hombre aún más directo dijo: “he perdido mi trabajo. He perdido mi dinero y mi dignidad. Aún no he perdido la vida, pero si tengo que perderla por defender lo que yo creo, lo haré” Me resulta interesante que mientras mi propio país parece estar retrayéndose cada vez más en un estado de temor a tal punto de considerar la tortura una opción viable para aquellos sospechosos de terrorismo, yo me encuentro viviendo en un país que esta finalmente saliendo de un encarcelamiento psicológico causado por el temor, la tortura y la “desaparición “ de sus ciudadanos, una desaparición que fue no solamente física sino también psicológica “Nunca más” dijo una mujer ahí donde alquilo horas de computadora. Ella era joven, quizá veinte o veintidós años, con ojos transparentes y decisivos. Me siento afortunada de haber estado aquí durante este tiempo, de haber hablado con ella y con todos mis otros amigos Argentinos y haber podido observar, escuchar y presenciar. Amigos, les deseo lo mejor y espero que podamos todos aprender a sobrevivir de las cicatrices del temor. Febrero 2002 Queridos amigos: Escribo esto en un locutorio público rodeada de muchachitos que juegan videos juegos y gritándose unos a otros cosas sobre “matar terroristas”. Por alguna razón, esto me hace pensar en mi propio presidente Bush quien parece encontrar terroristas por todas partes con el mismo fervor que este chico que grita al lado mío. Curioso ¿no? Pareciera que cuantos más se matan, más aparecen por todas partes. Ayer leí que el FBI considera que nuestra propia organización Earth Liberation Front (Frente de Liberación de la Tierra), que tiene un historial por dañar los equipos y maquinarias de las corporaciones que quieren talar los árboles, es uno de los “grupos terroristas más peligrosos del país”. Ahora me imagino que ya ni siquiera hay que tener acento extranjero para ser terrorista. Aquí todos leímos que la CIA nombró a la Argentina junto a Colombia como lugar conflictivo en América Latina. Tambien he oido rumores que los EE.UU. proyecta instalar una planta nuclear en la Patagonia, en el sur de Argentina. Esto ayudaría a calmar las cosas. ¡Ya lo creo que sí! Mientras tanto continuo observando, escuchando y participando en los cambios que aquí ocurren. Los cacerolazos que inicialmente comenzaron espontáneamente se volvieron acontecimientos regulares de los viernes en la noche cuando miles de personas se juntan en sus barrios con niños y perros y luego marchan juntos a Plaza de Mayo cantando, coreando, bailando, golpeando cacerolas. Durante la semana hay protestas continuas delante de los bancos y las industrias y delante de las casas de funcionarios corruptos y las rutas son cortadas por trabajadores desempleados llamados piqueteros. Aunque la gente sigue nerviosa en cuanto a marchar hacia la plaza por los incidentes violentos y las muertes ocurridas allí, cabe destacar que los últimos cacerolazos ocurrieron sin incidentes. De hecho, en uno de ellos un joven que tiró una botella a la policía fue perseguido y rodeado por una multitud enojada pero no violenta que lo frenó de seguir provocando violencia. Ver como van evolucionando las asambleas barriales es una observación fascinante de lo que es la democracia directa funcionando. Mi propio grupo, Colegiales, (web site: colegiales.tripod.com.ar) comenzó hace unas seis semanas cuando un muchacho llamado Fede pintó con spray “Hoy a las 22 horas Asamblea en la vereda.” Aparecieron seis personas. Ahora tenemos un promedio de 250 saliendo a las calles juntándose en el cruce. Comisiones y subgrupos y talleres han evolucionado a partir de esa primera reunión y los vecinos se reúnen no sólo para resolver situaciones inmediatas como las de conseguir comida y medicina para aquellos que lo necesitan pero también para discutir en términos generales el rumbo de las asambleas, la relación con el gobierno existente. Por el momento, el consenso de la mayoría en cuanto a este último punto parece ser “que venga a nosotros si quieren, hijos de puta”. Para muchos la idea de las asambleas es la de construir poder de abajo hacia arriba y algunos se comparan con movimientos ya existentes como el Zapatistas que no tiene intención alguna de “tomar” el estado. Es un movimiento joven con aún muchas preguntas por hacer. . En las reuniones de asamblea y comisiones la gente tiene una tremenda necesidad de hablar y todos hablan y gritan al mismo tiempo lo cual significa que las reuniones se pueden extender por horas sin que nada en absoluto se “consiga”. En una de esas reuniones recientes se sugirió el uso de una “batuta” para calmar los ánimos y prestarse mutuamente atención. Dado que estábamos reunidos en un café se usó una cucharita de café. Parecía funcionar; la atmósfera cambió drásticamente y comenzaron a escucharse unos a otros aunque hubo momentos en todos hablaban al mismo tiempo y en cierto momento la cucharita voló por los aires. Mi asamblea que pertenece a un barrio pequeño rodeado por varios otros más grandes está compuesta por gente de todas las edades y clases sociales como el Peronista de 74 años que se identifica “definitivamente clase trabajadora” y recuerda los discursos de Evita en Plaza de Mayo (“ella fue la verdadera luchadora por la libertad y no Perón”) a la mujer que insiste que las asambleas son en gran parte un movimiento “clase media” y se diferencian de la clase obrera - piqueteros y de sus tácticas; y la joven de 21 años que cada jueves se despierta entusmiasmada pensando “ Hoy hay otra asamblea barrial. Me pregunto que pasará esta noche” El temor sigue siendo un gran tema de conversación. Hace poco un amigo que perdió a su hermano durante la dictadura me dijo que la generación mayor está temerosa porque recuerda las muertes y torturas del proceso y la generación joven está temerosa porque nació en esa atmósfera de temor. Los rumores y la inseguridad en general en cuanto a la situación imperante no ayuda mucho a aliviar el temor. Hace poco alguien mandó por E-mail a algunos miembros de la asamblea la foto de un cadáver con la siguiente inscripción “Arriba los militares”. Y otro integrante recibió un email sobre mercenarios ingleses que vienen a fomentar la guerra civil. Es difícil saber en que creer en un país donde tu propio banco te ha quitado todo tu dinero, si has tenido la suerte de tenerlo alguna vez. Una mujer me contó que los bancos solían tener carteles en los que decía “Su dinero está seguro con nosotros” pero que ahora los habían quitado. Mientras tanto el precio de los alimentos y otros artículos han disparado de la noche a la mañana por la devaluación y en algunos casos al doble mientras que siguen los recortes de sueldos y a menudo son pagados con un atraso de uno a dos meses Profesionales desempleados que conozco deben dejar sus departamentos porque no pueden pagar su alquiler y deben mudarse con amigos . Otros se han quedado literalmente sin comida y deben depender de amigos o familiares para poder comer. La larga cola de gente delante de la tienda que vende objetos de segunda mano a la vuelta de la esquina donde vivo se hace cada vez más larga ya que la gente vende sus aspiradoras, microondas, cacerolas, cámaras fotográficas de más de 20 años, instrumentos musicales, cualquiera cosa que pueda darles algo de efectivo. Y esto pasa en Buenos Aires donde generalmente a la gente le va un poco mejor que en las provincias. Aunque un hombre de Salta me dijo que volvía a su provincia porque “acá se hace muy duro”. Al menos en Salta si tenés hambre conseguís un arma y matás un animal” me imagino que se refería a un animal salvaje pero he oído historias de gente que mata gatos y perros para comer. A los políticos los siguen insultando y escupiéndo. De acuerdo con un artículo en un diario local, La Nación, el embajador argentino Carlos Ruckauf fue reconocido por un pasajero al abordar un avión y le gritó alguno improperio. Como diplomático Ruckauf le respondió diplomáticamente haciendo un gesto obsceno y mostrándoselo al resto de los pasajeros les gruño “payasos, si no quieren volar con Ruckauf tomen otro vuelo” Este es el embajador, señores. Otro blanco de ira y protesta es la Corte Suprema cuyos miembros no sólo tienen un largo historial de amiguismo y corrupción sino están exceptuados por ley de pagar impuestos. Y a los bancos, muchos de ellos internacionales, no sólo furiosos vecinos le pintan su fachada con spray sino también son investigados por diputados como Elisa Carrió por “llevarse todo el dinero” y dejar a los pequeños ahorristas que hagan cola horas de horas para luego cuando llegan al mostrador decirles que “no quedan más dólares”. En un artículo reciente en la revista Uno Dos Tres se nombró al Citibank como uno de los muchos bancos que transfirió desde sus sucursales grandes sumas de dólares a lugares como las Islas Caimán, Nueva York y Chile vaciándo los depósitos en dólares de sus pequeños ahorristas quienes ahora si llegan a recibir algo lo recibirán en pesos devaluados. El FMI (Fondo de Miseria Internacional) y las corporaciones multinacionales también están siendo atacadas por el pueblo. Muchos argentinos sienten que en los últimos 20 años el país fue básicamente “vendido” a corporaciones internacionales y que éstas no han hecho nada para ayudar a la economía argentina. La opinión en un artículo de fondo del Buenos Aires Herald sugería bondadosamente que la solución para la deuda Argentina era simplemente convertir el país en una corporación dirigida por “consejeros independientes” y convertir la deuda en capital, respaldado por sus tierras y “un potencial desarrollo”. Estoy segura que esto no ayudó en nada alivianar los temores de los argentinos de que su país es un excelente ejemplo de una globalizacion que causó destrozos, un país que está siendo comido vivo por intereses foráneos. Esta es probablemente la razón porque se ven en estos días tantas banderas argentinas y porque tanta gente grita en las calles “Argentina, Argentina”. Puede ser un último esfuerzo por salvar lo que queda. Un país que ya ha sufrido años de desapariciones, debe sentir en tiempos como estos que el país entero está desapareciendo por debajo de los pies de la misma Argentina... Sus servicios públicos fueron vendidos a corporaciones, el dinero desaparece de los mismos bancos, los niños crecen y se van a países con mejores perspectivas, desaparecen los remedios y equipos médicos rutinarios de los hospitales, desaparecen los trabajos, desaparece la comida de las mesas familiares. Solo queda la gente. Aun las personas que habían pensando en emigrar a otros países no pueden irse porque “ su dinero ya no está más”. Inmigrantes que históricamente han mirado hacia otros países como España, Italia, Inglaterra, EE.UU en busca de su identidad son forzados a quedarse y hacerlo funcionar. Así es que en los barrios ellos continúan hablando, organizando, escuchando. El negocio del trueque sigue creciendo, la gente se junta para comprar comida en conjunto y así ahorrar y a pesar de la terrible situación la gente ha comenzado a organizar festivales en las calles porque según dicen “no dejaremos que nos quiten también la alegría”. Y yo? Debo admitir que vivir todo esto con esta gente y teniendo como todos ellos mis pocos dólares en el corralito me hace sentir un poco argentina. El otro día en el cacerolazo en Plaza de Mayo le compré a una anciana una escarapela y me la prendí. Al principio me sentí un poco ridícula pero luego vi a un joven argentino con una remera que tenía impresa la bandera americana y pensé en todos los emblemas de mi cultura que yo había visto en el cuerpo de la gente desde que estoy en América latina... no solamente la bandera, pero logos de Nike, Coca Cola y Visa Hasta ahora la cultura y sus emblemas llegaron de los países ricos a los pobres o para decirlo directamente de EE.UU a casi todas partes. Quizá sea el momento de hacer cambios. Quizá sea el momento para aquellos de nosotros en los “países ricos” aprender de los países donde el capitalismo y el neoliberalismo han claramente fracasado, porque quien sabe a quien es el proximo. El otro día me encontré en Cabildo y Lacroze con mi amigo Alejandro que iba en bicicleta. Paró al verme y nos quedamos hablando por un rato parados en la esquina sobre anarquismo y budismo Ambos coincidimos que la forma que estaban tomado las asambleas se asemejaban a la filosofía anarquista la cual evita un estado nacional en favor del poder de la comunidad que se forma y reforma de acuerdo a los dictados de la comunidad. ¿Y el budismo? Bueno, honestamente no recuerdo lo que dijimos, probablemente algo incomprensible del budismo Zen. Si recuerdo que Alejandro, con sus anteojos y su rostro joven y serio , dijo algo de una cierta flor que solo crece en el barro y en lugares donde hay desperdicios que luego se pudren o corrompen y que esta flor era muy fuerte y muy hermosa. Saludos, Lisa _________________________________________________________ Do You Yahoo!? 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